Melbourne, la ciudad del estilo urbano
He tardado 2 años y medio en visitar la ciudad de Melbourne desde que llegué a Australia.
Los que me conocen, saben que me gusta más viajar para descubrir la naturaleza que meterme a visitar ciudades, pero sinceramente, Melbourne me ha hecho cambiar de idea.
@unsaltoaaustralia Melbourne es cultura, arte, personas de todas partes del mundo, es una mezcla de comidas flipante, es escuchar música en cada rincón y cada callejuela…✨podríamos seguir pero mejor os dejamos que vengáis a descubrirla por vosotros mismos, os va a encantar prometido🫶🏻🌆 #latinosenaustralia #españolesenaustralia #chilenosenaustralia #viajar #viajeaustralia #mexicanosenaustralia #estudiarenaustralia #vivirenaustralia #estudiaringles #estudiarenelextranjero #australia #unsaltoaaustralia #melbourne ♬ End of beginning by djo – Toria
Si tuviera que describir Melbourne en una frase, diría que es la ciudad del desorden.
La palabra desorden es mala para muchos; para mi, es mi forma de ser. En mi opinión todo desorden tiene un orden; lo que para mi está bien para otros no lo está. Soy desordenada, pero me encanta vivir en un universo de caos a mi manera.
Esta increíble ciudad me recordó a esta manía mía. Melbourne no está cuadriculada. No ha sido planificada antes de nacer como si lo fue Brisbane; es muy esporádica, autentica, original.
Ha pasado a ser una de mis ciudades preferidas, y sobretodo, la ciudad más bonita que he visto en Australia. Me encanta.
Lo que más me ha gustado son sus calles: lo perdida que me sentía deambulando por ellas, pero a la vez lo mucho que quería estar ahí y ahora; perdida, descubriendo sus rincones.
Las calles están llenas de pequeños comercios, siempre a rebosar de gente, y todos y cada uno de ellos decorados de forma distinta, pero con el mismo elemento en común: el desorden. Que parezca que los sitios son antiguos, que tengan un estilo alocado, muy descuidado, con paredes empapeladas de fotografías antiguas de periódicos, sillas y mesas que no combinan, colores que tampoco, pero la gracia está en que cada uno de los detalles que hacen de ese lugar un desastre, están puestos con un cuidado y cariño enormes, para que se vean tal y como son.
Y como os contaba antes, Melbourne en sí es un museo: en esta ciudad, incluso el café es un arte.
Melbourne es la meca del arte.
Hay arte urbano mires a donde mires, vayas donde vayas. Sus miles de esculturas, graffitis, cafeterías, restaurantes, parques… la convierten en la ciudad más desordenada, sin coherencia, sin patrón; la ciudad de los colores, de las formas, del buen estilo, del mejor café, de la comida exquisita, de atardeceres que cortan la respiración; la ciudad de la juventud, de la diversión, de la moda, del estilo propio…
Y en cuanto a comida, es increíble. Tanto la comida asiática, como la italiana, pasando por la influencia americana. Todo está delicioso.
Hay tanto que hacer y tanto que ver, experimentar, probar, descubrir, que se convierte en la ciudad del non-stop.
Un lugar que tengo que destacar obligatoriamente es St Kilda, un suburb algo a unos 15 minutos de la ciudad.
En St Kilda hay muchos barecitos para tomar algo y disfrutar el momento. Está a orillas del mar y los atardeceres son mágicos. Aquí también hay un Luna Park, al que no nos dio tiempo a ir, pero dicen que es igual de bonito que el de Sydney, y justo en el pier (al final del muelle) cuando cae el sol comienzan a salir decenas de pingüinos salvajes enanos del mar (se les llama fairy penguins), y es increíble verlos en pleno habitad natural. Y por último a 10 minutitos de aquí está la playa de las casetas de colores tan famosas, en la playa de Brighton Beach que son realmente cucas.
Pero sigamos con Melbourne. Otro punto super positivo de esta ciudad, es que está rodeada por parajes naturales increíbles. La Great ocean road, The Grampians, Wilson Promotory y otros muchísimos más.
También he de decir que me ha encantado el transporte público. El tram es una forma super útil y sencilla de viajar por la ciudad. Le da un royo así muy chick y además es muy funcional.
Si tuviera que buscarle una pega a esta ciudad, sería el tiempo. En Melbourne el tiempo es muy impredecible. La llaman la ciudad de las 4 estaciones, ya que en 1 día las vas a ver todas. El día se levantará lluvioso, luego saldrá el sol, por la tarde hará mucho viento y a la hora de dormir bajarán mucho las temperaturas. Por decirlo de alguna forma, el clima es de locos.
Pero aun así, las temperaturas en verano son super calurosas, la gente va a la playa, disfrutan del sol, del verano, y el invierno no es demasiado duro.
Y para terminar este post, quiero deciros que sois muchos los que nos preguntáis cual es la mejor ciudad para vivir en Australia. A mi me encantan todas, y de verdad que es muy difícil recomendar porque todas las que he visito, me enamoran de una forma distinta. Pero lo que si os puedo decir es que estoy contando los días para volver a perderme de nuevo por la increíble ciudad de Melbourne 😉
¡Nos vemos muy pronto en el paraíso!