Ultima parada en nuestra ruta: Sidney
Sídney es la ciudad soñada por todos los que hemos visto la película de nemo: P.Sherman, Calle Wallaby 42, Sydney. Y he de decir, que ver la película en esta ciudad ya es el super sueño de los frikis como yo (si, lo he hecho; por cierto os voy a romper el corazón a muchos, pero esta calle no existe). La verdad que pensaba que esta ciudad no me impresionaría demasiado, pero todo lo contrario: ha superado mis expectativas con creces. Como os conté hace tiempo, Sídney era la última parada en nuestra ruta de Queensland a New South Wales con parada en Camberra. Así que, os voy a contar que tal ha sido nuestra semana en esta increíble ciudad.
Para empezar, os cuento que alquilamos un apartamento en la zona de Bronte, que era total y absolutamente precioso: estábamos en primera linea de playa, y teníamos unas vistas increíbles; además que nos salió bastante barato para ser fin de año. Hicimos el alquiler a través de AirBNB: es la primera vez que usamos esta página, y he de decir que todo ha salido genial, estoy contentísima, y repetiremos seguro.
Esa primera noche en Sydney, fuimos a una fiesta a la que nos habían invitado. Como os conté, he conocido un montón de gente a través de este blog, y entre ellas destaca mi querida amiga Laura. Nos conocíamos desde hacía casi un año, de forma online; les eché una mano a ella y a su novio Fer para venir aquí, pero por desgracia no nos habíamos conocido aun. Pues Laura, nos invitó a una fiesta en su casa la primera noche que llegamos, para así conocernos por fin. Al principio recuerdo que me moría de vergüenza, pero una vez que empezamos a hablar, y a beber, se me pasó todo. Esa noche fue el comienzo de una bonita amistad.
A la mañana siguiente, nos levantamos algo tarde debido a la resaca, y nos fuimos a esto del medio día al centro para ver la Opera House. Me encantó desde que la vimos a lo lejos: me pareció algo más pequeña de lo que imaginaba, pero es una pieza de arquitectura sublime, y las vistas del mar tras la ópera más el puente hacen de aquel lugar algo mágico. Estuvimos un buen rato allí, disfrutando del momento, tranquilitos, tomándonos algo en el bar de la ópera, y unas patatas fritas con alioli que os recomiendo, ya que ¡Estaban buenísimas!
Volvimos a casa para salir a pasear al atardecer por la playa de Bronte. Si tuviera que elegir el lugar que más me ha gustado, sin duda alguna, sería Bronte. Supongo que mi prioridad siempre será el mar, debido a mi procedencia, pero esta playa es muy especial: me transmite muy buenas vibras.
Al día siguiente, no hacía buen día, estaba muy nublado, pero eso desde luego que no nos iba a impedir seguir conociendo Sydney: fuimos al barrio de The Rocks, el corazón más antiguo de la ciudad, a un mercado muy chulo; también paseamos por todo el Sydney harbour bridge, y disfrutamos del paisaje que un arco iris nos regaló.
Por la noche quedamos con nuestros nuevos amigos, Laura y Fer, para que nos enseñaran el jardín botánico al atardecer y el Sydney Harbour de noche, que fue incluso más espectacular que por de día ya que las luces iluminan toda la ciudad. Ellos nos hicieron de guías turísticos y la verdad es que de ninguna otra manera lo hubiéramos pasado tan bien.
La mañana del día 30, fuimos a Manly. No creo que este lugar tenga nada de especial; se parecía mucho a Gold Coast, tanto la ciudad como sus playas, pero pasamos una buena mañana tomando el sol, nadando en el mar y paseando por las turísticas calles de Manly. Pero lo mejor fueron los acantilados, ya que regalan unas vistas de la ciudad de Sydney que son increíbles: esto si me moló mucho.
El plan de la tarde, fue visitar la Sydney Eye Tower para ver el atardecer desde donde se puede ver toda la ciudad y pasear un poco por el centro, que aun no lo habíamos hecho: las calles de Sídney son muy bonitas, se nota que es una ciudad mucho más antigua que Brisbane, y eso me gustó mucho. No había mucha gente para ser Navidad, yo pensaba que sería aun peor. También visitamos Martin Plaza, donde aun quedaban algunos ramos de flores por las muertes del atentado en Lindt Café.
El día 31 fueron los fuegos artificiales de año nuevo en Sydney: he escrito un post aparte contándolo todo para que este no se haga demasiado largo.
El primer día del año, nos hacía mucha ilusión ir a la playa, algo que todos teníamos muchas ganas de hacer ¿Y quién no? Bajamos a Bronte: había muchas olas, pero eso fue lo más divertido de todo. Tomamos el sol, estuvimos de relax, y lo pasamos genial. Casi todos los restaurantes estaban cerrados, pero encontramos una hamburguesería que no era una comida de lo más emocionante, pero al menos estábamos con nuestros nuevos amigos; luego fuimos a por un poste, y fin.
Ahí terminaron nuestras vacaciones. Nos despedimos de Laura y Fer, deseando volverlos a ver muy pronto, y nos fuimos a dormir super temprano ya que nos levantábamos al día siguiente a las 4.30 de la mañana para poner rumbo a casa. Fran quería hacerlo las 12 horas de camino a Brisbane de tirón, tenía ganas de llegar a casa, y ya que yo no conduzco, quién era yo para decirle que no. Así que imaginad como llegamos de cansados… Os dejo este álbum de fotos para los que queráis ver más sobre nuestro viaje.
Han sido unas navidades perfectas. ¿Quién sabe donde pasaremos las siguientes?
- Situación geográfica: 7 días de vacaciones en la ciudad de Sydney, la capital del estado de New South Wales (NSW).
- Coste: Como ya habíamos hablado en el post anterior, llevábamos gastados 850$ entre 2 personas por 14 días de ruta. En Sídney en 7 días gastamos lo siguente: 70$ en comida, 135$ en comer y beber en la calle, 140$ en gasolina, 475$ en el alquiler de una semana en un apartamento en primera linea de playa, 20$ en parkings de coche y 40$ en el SYD eye tower. En Sídney nos gastamos 880$. El coste total de la ruta de 21 días ha sido de unos 1.730$ AUD para 2 personas, lo que viene a ser unos 865$ por persona. No está nada mal.
- Recomendación: a la SYD Eye Tower: tuvimos que esperar una cola de unas 2 horas que fue desesperante; ya que pensábamos que realmente valía la pena, pero nos equivocamos. Cierto es que las vistas fueron bonitas, sobretodo la apuesta de sol, pero no lo recomiendo: es caro y hay que ver las vistas a través de cristales, los cuales estaban bastante sucios; una pena la verdad. Lo que sí que recomendaría, es escalar el edificio, que es algo más caro, pero si que andas por un exterior, y seguro que es mucho mejor.Creo que para disfrutar esta ciudad, navidad no es el mejor momento, ya que hay muchísima más gente; pero los fuegos artificiales han sido una pasada, ósea que ha valido la pena. En cuanto a algo de lo que me arrepiento, es de subir
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.