Nos mudamos a una queenslander
Llevo unos días de locos: empacando todas nuestras cosas en cajas de nuevo. ¿Sabéis por qué? ¡Nos mudamos! Estoy super ilusionada. Me encanta nuestra nueva casa, creo que esta va a ser un hogar de verdad. Lo único que nos faltaba en Australia para sentirnos completos, era sentir un hogar propio.
¿Veis esta casita azul tan mona? Pues es aquí a donde nos hemos mudado.
Es una casa al estilo queenslander, grande, bastante antigua pero con muchísimo encanto, entera de madera (cosa a la que no estoy para nada acostumbrada), con un enrome jardín y mucho espacio. También tiene un royo vintage que me gusta mucho, y encima es de color azul.
Pero os preguntaréis ¿Por qué nos mudamos de nuevo, si estábamos viviendo en un hotel? Como siempre, es cuestión de comodidad y dinero; esta casa nos cuesta la mitad que el piso y como Fran no tiene trabajo aún, nos viene bastante mejor (ahora pagaremos 160$ entre los dos por semana en vez de 300$ por semana). Aunque ahora tengo que coger un bus que tarda 20 minutos para llegar al trabajo, me gusta mucho más el sitio nuevo al que nos vamos, ya que vamos a tener una habitación enorme con mucha luz, y un salón para nosotros solos. Y vamos a compartir con amigos, lo que mola bastante: una pareja; ella es española y el australiano, además tienen dos adorables gatos. Y siendo sinceros, no nos gustó mucho vivir en pleno centro de ciudad, nos agobió bastante tanto jaleo.
Aunque esta casa nos encantaba y era super barata, tenia un problema: no estaba amueblada. Y quisiéramos o no, aunque compráramos las cosas de segunda mano, nos íbamos a seguir dejando un dineral para poner los tres muebles básicos, así que después de ver la casa y enamorarnos de ella, no parábamos de pensar en soluciones. Pero como siempre, desde que llegamos a Australia, la respuesta nos cayó del cielo.
Descubrimos que en nuestro estado, el estado de Queensland, todas las semanas en un barrio distinto, la gente saca sus muebles viejos a la calle para que otras personas los reutilicen, podéis leerlo todo en este post: RECOGIENDO MUEBLES DE LA CALLE GRATIS. Pues como os contaba, descubrimos esto, y lo aprovechamos al máximo, ya que encontramos: una tv, un escritorio de madera, unas cajoneras, mesitas de noche, sofás, una mesa y dos sillas, unos altavoces, un espejo, un árbol de navidad, y seguro que algo más de lo que no me acuerdo. Todo necesitaba un poco de limpieza, y algo de amor, pero las cosas estaban en mi buen estado, y como he dicho, nos salieron gratis.
Así que solo nos quedó comprar el colchón en IKEA (ya que la estructura de la cama si estaba en la habitación). Con todo lo que encontramos, amueblamos nuestra nueva habitación y salón. Me hace mucha ilusión vivir en esta casita de Chermside, y disfrutar de un barrio mucho más tranquilo; está a menos de 200 metros de un centro comercial, por lo que hacer la compra va a ser super fácil, y hay una reserva natural al lado de casa, la cual es preciosa.
Como os he dicho al principio del post, lo único que sentimos que nos falta en Australia es un hogar. Creemos que esta casa tiene todo lo que necesitamos para hacerlo sentir como eso, un hogar. No 4 paredes y una cama. Un lugar nuestro, donde nos sintamos a gusto estando, y donde tengamos ganas de estar y disfrutar; no lo sabíamos aun cuando empezamos a buscar viviendas, pero nos damos cuenta ahora, que una casa como esta era lo que necesitábamos desde un principio.
Poniéndoos al día un poco, esta semana he tenido un par de entrevistas más, de las cuales aun estoy esperando respuesta. Aunque ya os conté en CÓMO ENCONTRÉ MI PRIMER TRABAJO EN AUSTRALIA, tengo un trabajo, pero estoy intentando buscar otro para compaginarlos. Fran también a comenzado a buscar curro, a ver si tenemos un poquito de suerte y nos llaman pronto.
Así que no me queda mucho mas por contar. Algunos de los que me leéis, me habéis pedido que cuente mas cositas sobre CÓMO LE VA A FRAN EN LA ACADEMIA DE INGLÉS, así que prometo escribir sobre eso la próxima semana.
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.