Tortugas marinas ponen huevos en Australia
Me encantan los animales, todo el que me conoce lo sabe. Pero desde que vivo en Australia, soy más consciente de que hay que ser muy respetuosos con ellos, y que este país ofrece muchísimas oportunidades para conocerlos en su hábitat natural, sin necesidad de tener que ir al zoo para verlos. Uno de mis sueños siempre había sido ver tortugas poner huevos y ver los bebes saliendo de ellos, y el fin de semana pasado, lo he cumplido.
Las tortugas son unas criaturas total y absolutamente magnificas. Me encantó la experiencia. Pero os cuento desde el principio mejor: dos de nuestros buenos amigos se iban muy pronto de Australia y queríamos hacer una última excursión todos juntos para despedirnos, y qué mejor, que hacer algo que todos nos moríamos por hacer: ver tortugas marinas poniendo huevos.
Nosotros hemos ido ahora en Noviembre, donde solo se ven las tortugas adultas. Para verlas, hay que hacer una reserva online (cuanto antes reserves mejor), pero es muy barato, y el dinero va para el centro de conservación que es el que organizan las excursiones. La actividad es la siguiente: El centro de conservación organiza los tours, y hace grupos numerados del 1 al 6 con todos los asistentes en el orden en el que hayan hecho la reserva. A las 7pm del día que sea tu reserva debes estar en el centro: a partir de ahí todo es impredecible. Los rangers, los cuales son voluntarios entrenados, dan vueltas por la playa esperando a que aparezcan las tortugas. En cuanto ven una, lanzan al grupo 1 a verla; cuando ven la segunda tortuga, lanzan al grupo 2, y así hasta que todos los grupos han visto tortugas.
Debido a la naturaleza impredecible de todo animal salvaje, no se sabe a que hora vendrán las tortugas a poner huevos: empiezan a venir cuando cae la noche, pero obviamente no se sabe cuando. Quizás hayan llegado muchas para antes de las 9pm, o quizás no llegue ninguna hasta las 3am: nunca se sabe. Por eso, en el centro de conservación hay cosas para entretenerte, pero llévate comida y algún libro ya que no sabes cuando saldrá tu grupo.
Nosotros tuvimos suerte y quizás solo esperaremos una hora (y eso que éramos el grupo 7 de 9). No están permitidas las luces en la playa, ni la de la pantalla del móvil; fotos sin flash. Si las tortugas se asustan, vuelven al agua, y la luz las desorienta y no ponen los huevos, así que hay que tener mucho cuidado.
Cuando llamaron a nuestro ranger por walkie, estábamos unas 20 personas en la orilla de la playa, mirando a todos lados pero sin ver nada, caminando a oscuras y tan solo con la luna como guía. Tras andar unos 300 metros, de repente el ranger nos dijo: ‘Ahí, ¿La veis?’ Y todos miramos hacia delante, y ahí estaba… Una mancha que parecía una roca enorme. Conforme nos íbamos acercando, la gigantesca roca se iba moviendo en dirección a la duna de arena, lentamente, para comenzar a cavar su nido. No nos dejaron acercarnos a más de 50 metros hasta que la tortuga terminó de cavar su nido, nos dio la espalda y comenzó a poner sus huevos. Ahí es cuando ya nos acercamos todos a ella, y la rodeamos en silencio mientras la alumbraban con una linterna para que pudiéramos verla bien.
Era enorme. Suelen medir 1 metro de largo (se mide solo el caparazón). Los rangers hacen una labor increíble: te explican todo lo habido y por haber de la vida, anatomía, historia, procedencia, y todo lo que se os ocurra, sobre las tortugas marinas. Mientras ponen los huevos, se les puede hacer fotos y alumbrarlas, ya que como están tan concentradas y cansadas haciendo su labor, no pueden prestar atención a nada más. Fue un momento muy mágico. Cuando terminó, enterró sus huevos (¡Suelen poner unos 80 en media hora!) bajo la fina arena, todos nos apartamos y la tortuga volvió al mar. Son increíblemente rápidas en el agua, pero muy, pero que muy lentas en la arena, ni lo imagináis. Una vez que se ha ido, el Ranger desentierra el nido para contar los huevos (lo tienen todo super controlado, conocen a cada una de las tortugas que vienen, todas están etiquetadas, etc…) y los pasa para que todo el mundo los vea e incluso los coja. Es toda una experiencia.
Cuando ya volvíamos al centro de conservación, otra tortuga salió del agua justo delante nuestra, y el ranger se quedó con algunos de nosotros para ver todo el proceso de nuevo. El resto se fueron porque hacía mucho frío. La excursión duró unas 5 horas: una esperando y 4 en la playa ya que vimos 3 tortugas; me caía de sueño, pero quería seguir disfrutando de aquella maravilla.
Para los que queráis ver más fotos, podéis entrar en este álbum de Facebook.
- Situación geográfica: El lugar para verlas es Mon Repos, un rinconcito a 15 minutos de Bundaberg, un pueblo de Queensland que está situado a casi 4 horas y media de Brisbane en dirección norte.
- Temporada: La temporada para ver las tortugas poniendo huevos es desde principios de Noviembre hasta finales de Enero, y los bebes eclosionan de los huevos desde Enero hasta Marzo.
- Coste: El precio es de 11.60$ por adulto y 6.05$ para estudiantes. Aquí tenéis el link, para hacer el booking.
- Recomendación: Nota importante: Si vas a hacer esta actividad antes del mes de enero, que no se te olvide llevarte un pantalón largo y una chaqueta, ya que con la brisa hace frío a a las 3 de la mañana.
Esa noche dormimos en un camping (¡Me encantan los campings!), y el día siguiente lo pasamos en la playa de Mon Repos (la misma donde por la noche habíamos estando viendo las tortugas), la playa más especial y bonita que he visto en Australia. Pero esto ya os lo contaré en otra ocasión.
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.