Vivir con miedo es vivir a medias
Cuando teníamos clara la idea de a donde nos vamos, el porqué nos vamos, y el cuándo, nos surgieron mil dudas.
¿Y si todo no es tan perfecto? ¿Y si las cosas nos van mal y nos tenemos que volver? ¿Y si somos demasiado jóvenes para empezar una vida juntos? ¿Y si nos engañan y nos timan? ¿Y si no encontramos trabajo y se nos acaba el dinero?
Preguntas como estas no paraban de rondarnos la cabeza. Nos hacían preocuparnos, y replantearnos la decisión una y otra vez, que aunque pudiera parecernos la mejor de las ideas, era mucho más que difícil.
Alejarte de tu zona de confort, del lugar que siempre has conocido, del país en el que vives y en el que has crecido, separarte de toda aquella gente que te importa: tus amigos, tu familia… Comenzar de cero, a casi 20.000 kilómetros de todo eso, es duro. Y más de lo que parece. Además de dudas, yo tenía un miedo atroz. Miedo a equivocarme, a que muchas de esas personas que me decían que esto no funcionaría y que estaba cometiendo el error de mi vida, tuvieran razón; pero sobre todo tenía miedo a ser olvidada y a echar de menos…
Resumiendo: estuve algunos días de bajón. Supongo que es una fase típica en todas aquellas personas que se plantean un gran viaje como este. Un cambio tan grande en sus vidas…
Pero tras pensarlo mucho, me di cuenta que no hay nada peor en la vida que perderla, por miedo a vivirla. Y que si las cosas no salen bien, ya buscaremos la manera de arreglarlas, volver a España, y comenzar de nuevo. Que tengo el apoyo de personas que realmente me importan, que me quieren. Que lo que hayamos aprendido estando en Australia, es una experiencia más que me llevo. Y que el tiempo pasa, y tenemos que cumplir nuestros sueños, nuestras metas. Y esa ahora mismo, es la mía. Por más que quiera pensar en otra o cambiarla, no puedo. Es mi ilusión. Nuestra decisión.
‘Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te diga que no lo hagas, que no lo vas a conseguir. Cuando vean que no te pueden detener, te dirán como lo tienes que hacer. Y cuando lo hayas conseguido dirán que siempre habían creído en ti’.
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.